Comunicado 14/2006

Morelia, Mich., a 17 de marzo de 2006.- En reconocimiento a la labor desempeñada durante 40 años en el Poder Judicial de Michoacán, se llevó a cabo una sesión extraordinaria de pleno, con la cual magistradas y magistrados del Supremo Tribunal de justicia del Estado de Michoacán (STJEM), despidieron a su homólogo Mauro Hernández Pacheco, cuya trayectoria también fue reconocida por el Gobernador Lázaro Cárdenas Batel y por J. Guadalupe Carrera Domínguez, Presidente de la Comisión Nacional de Tribunales de Justicia de la República Mexicana, ésta última por sentar precedente a nivel nacional con la obtención de su inamovilidad judicial.

Al concluir la sesión, por separado, se realizó un acto homenaje de despedida, en la cual su vocación de servicio demostrada, --hasta el 10 de marzo pasado--, fue también reconocida en un emotivo acto con la asistencia del Titular del Poder Ejecutivo, Lázaro Cárdenas Batel, del presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Jorge Reza Maqueo e integrantes de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de la República Mexicana, encabezada por su presidente, J. Guadalupe Carrera Domínguez.

Durante la sesión extraordinaria, en presencia de funcionarios, jueces y magistrados del Estado, el titular de este Alto Tribunal, Fernando Arreola Vega, aseguró que con ello se cierra una página destacada en la historia del Poder Judicial del Estado de Michoacán, “pues marca el retiro voluntario de uno de sus juzgadores más representativos y estimados: el señor magistrado Mauro Hernández Pacheco”.

En su discurso, el presidente del STJEM, aludió a los principios y valores que acompañaron al desempeño con vocación por parte del homenajeado y agregó

“Quien les habla, tuve la oportunidad de conocerlo desde hace veintisiete años, pero ha sido durante las últimas dos décadas que nuestro trato cotidiano como magistrados nos permitió estrechar ese conocimiento y conformar incluso una amistad que se ha acrisolado con el paso del tiempo y con las experiencias vividas, muchas amables y placenteras, y otras ingratas y dolorosas, como aquella que nos tocó afrontar, de 1996 a 1998, en defensa de la inamovilidad judicial de los magistrados de los estados y de otras garantías judiciales, a la postre exitosa en beneficio incluso de toda la judicatura del país. Por ello, con conocimiento de causa, puedo testificar su convicción por la búsqueda de la legalidad y su decisión para conseguirla”.

En su turno, el magistrado homenajeado Mauro Hernández Pacheco, agradeció a sus homólogo, la distinción hecha a su persona con motivo de esta distinción l homenaje y destacó el aprendizaje en el tránsito de la judicatura michoacana, entre lo que citó:

“Aprendí al transitar por los caminos de la judicatura que el Derecho no es ni puede ser solamente un ente abstracto, extraído de doctrinas y contenido en fríos textos legales. El derecho es realidad viva y actuante; conforma el alma del ente social; es causa y efecto de la evolución del hombre; se introduce en todos los aspectos de la vida de relación, y en la medida que integra un todo armónico; es causa de convivencia y estabilidad. Por ello, con sumo acierto los romanos definieron a la jurisprudencia como el conocimiento de las cosas divinas y humanas.

“Igualmente comprendí que la norma jurídica, no supone preceptos que tienen su principio y su fin en sí mismos, dado que la norma jurídica está plena de historia humana de aspiraciones y de valores.

“También comprendí que la carrera judicial no es ni puede consistir en el simple desempeño mecánico de un trabajo remunerado. La carrera es una vida de entrega, de amor y alegría, de satisfacciones e insatisfacciones. En fin, un conjunto de aspiraciones, no siempre alcanzados, y de logros que ennoblecen y llenan de orgullo al juez.

“Que, quienes nos consagramos al Derecho, realizamos la tarea con el mismo fervor con que el artista busca la amornía entre el pensamiento y la expresión, entre la línea y el color, entre el volumen y la forma, o entre los sonidos y el tiempo”.

En presencia de su esposa María del Lourdes Castro y sus hijos Mauro y Mariana, así como ante juzgadores de primera instancia, funcionarios de los tres niveles de gobierno y amigos apuntó:

“La ocasión no me permite soslayar aquellas sentencias injustas que, por error y naturalmente sin quererlo, pude haber pronunciado como juez, y debo decir, que aun cuando mi conciencia está tranquila, porque siempre me guió un sentimiento poderoso de obrar con justicia, cuando por las imperfecciones del hombre, de las que nadie escapa, me hubiese equivocado, hoy con humildad y cordialmente doy disculpas a quienes pude afectar, es decir, a todos aquellos a quienes pude hacer daño a pesar de que mi esfuerzo tuviera por causa, insisto, la intención de dar a cada quien lo suyo; porque siempre concebí que la justicia, por no ser patrimonio del juez, éste no puede ni debe repartirla a su arbitrio; esto es, ni por amistad, ni por simpatía, ni por influencias, ni por nada que no fuese precisamente por ese sentimiento y razón de otorgar a cada quien lo que, por derecho propio, le correspondía”..

Después de concluir la sesión extraordinaria del Pleno del Poder Judicial, en el auditorio del Palacio de Justicia ‘José María Morelos’, hizo uso de la palabra el Presidente de la Comisión Nacional de Tribunales de Justicia de la República Mexicana, J. Guadalupe Carrera Domínguez, quien refirió el precedente logrado a nivel nacional, al obtener su inamovilidad judicial, “esfuerzo que todos los tribunales de Justicia del País, le reconocemos” y acto seguido hizo entrega del reconocimiento.

También hizo referencia a la versatilidad del magistrado Hernández Pacheco por su dedicación a la cátedra en diversas instituciones educativas de nivel superior y post grado, como la Universidad Michoacán de San Nicolás de Hidalgo.

De quien por 25 años fungió como magistrado del STJE, 4 de ellos como presidente de ese Alto Tribunal, Carrera Domínguez apuntó:

“Los Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia te agradecemos haberte conocido, por tu calidez, disposición, prudencia, aplomo y valor al tomar decisiones trascendentes en la impartición de justicia de nuestro País”.

A nombre de los jueces de primera instancia, intervino el juez Segundo de lo Civil de Zamora, Héctor Octavio Morales Juárez quien resaltó el conocimiento, experiencia, la disponibilidad, amistad, compañerismo y servicio desplegados por el Magistrado Mauro Hernández Pacheco para hacer realidad los valores de la justicia y el derecho.

Recordó que el magistrado inicio su carrera en el año 1966, que en 1970 inició su carrera como juzgador en Coalcomán, Sahuayo, Jiquilpan, Zitácuaro y Zamora, así como dio cuenta de que en el año 1980 fue nombrado por el Congreso del Estado como magistrado propietario del Supremo Tribunal de Justicia hasta la fecha, y que del año 2002 al pasado 10 de febrero de 2006 fungió como titular de este Alto Tribunal.

Enumeró que durante su carrera judicial, el magistrado homenajeado, dictó 812 sentencias como juez municipal, 4 mil 123 en la primera instancia, así como 9 mil 320 en la segunda instancia.

Además del Procurador de Justicia de Michoacán, Juan Antonio Magaña de la Mora; el Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Jaime Hernández Díaz; María de los Ángeles Llanderal Zaragoza, titular del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán y diputados de la LXX Legislatura, al homenaje de despedida del Magistrado Mauro Hernández Pacheco acudieron los Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de Aguascalientes, Campeche, Colima, Guanajuato, Estado de México, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas, Tamaulipas, Veracruz y Jalisco, entre otras personalidades.